¿Soy una Lila o una Lenú?, me he hecho esa pregunta mientras veía la serie italiana “La Amiga Estupenda”, en cambio, al leer el libro del mismo nombre en el que se basa la serie, me di cuenta que nos invita, con su reciprocidad entre las personalidades de ambas, a identificarnos con las dos.
Con esta entrega regreso al proyecto donde analizo libros con su adaptación en serie o película y qué mejor que volver con la historia de Elena (Lenú o Lenuccia pa los cuates), la hija del conserje del ayuntamiento y Rafaella (Lina para todos, Lila para Elena) la hija del zapatero remendón, ubicada en un barrio humilde de la Nápoles de la post guerra. Pero les advierto que, una vez que se adentren en el mundo de la autora Elena Ferrante, ya sea en el libro o la serie, les será muy díficil salir de ahí. Yo, por mi parte, viví dos meses en el Nápoles creado en mi mente y exclamando sola y en voz alta “Brava” y “Bruta” por doquier.
A partir de ahora, se vienen los spoilers. La historia de las dos amigas comienza con el final, vemos a Lenú ya en los años dos miles recibiendo la noticia de Rino, el hijo de Lila, de que ésta se encuentra desaparecida, sin dejar rastro alguno, esto motiva a Lenú a escribir enteramente su historia compartida.
La primera temporada consta de ocho capítulos, pero encontrarán cuatro temporadas porque está basada en la saga completa titulada, “Las Dos Amigas”. La amistad entre ambos personajes nace a partir de la curiosidad que siente Lenú por las capacidades intelectuales y volátil carácter de Lila. Su relación se consolida con el intercambio de sus únicas muñecas y posteriormente con el drama de perderlas, cuando Lila decide que éstas, fueron robadas por el ampón del barrio humilde donde se desarrolla historia, Don Achille.
Es vital comprender el trauma generacional en esta historia, por ello el libro hace bien en abrir con la mención de los personajes agrupados por familia, además de los padres de Lila y Lenú, quiero mencionar a tres familias. La Sarratore; con Donato y su hijo Nino, el amor de la vida de Lenú; la familia Caracchi, con el padre Don Aquille, el ladrón de muñecas y sus hijos Stefano y Alfonso, ambos claves en la vida de las amigas y la familia Solara; con sus dos hijos Marcello y Michele, la nueva generación de mafiosos del barrio. Lenú y Lila son un oasis en el barrio pobre, repleto de niños y niñas con ordinarias capacidades que, aunque renieguen de su realidad, parecen condenados a repetirla.
A partir del capítulo tres, hay un cambio de actrices, queriendo representar los doce años de edad aproximadamente y con ello la trasmutación de la pubertad, sobre todo la rapidez de ésta y las inseguridades que detona, en el libro se profundiza más pero en la serie las actrices lo transmiten estupendamente. Aunque esta serie es una representación casi fidedigna, leer el libro me ayudó a entender, lo que no me había quedado del todo claro, así como a disfrutar de la elección de adjetivos propios de la época y el autor. Al ser Lenú la narradora del libro, tenemos acceso a sus pensamientos más íntimos y nos deja claro que no sólo compite con Lila, por creerla su superior en todo, sino que su fascinacion viene en parte, a que es sólo con ella que se siente retada intelectualmente.
Para mí, el objetivo final de esta obra es, cómo pueden las amigas escapar de la miseria en la que les tocó nacer. Para Lenú, es a través de los estudios y en el caso de Lila, al prohibirle sus padres seguir estudiando y por obra de la providencia convertirse en una adolescente no sólo con dotes intelectuales sino también físicos, es el utilizar la atracción que ella genera en el sexo opuesto como un arma, sólo que entenderá muy tarde, que ésta, tiene dos filos.
Los dos últimos capítulos de la serie, aunque se usen frases al pie de la letra sacadas del libro, es donde encuentro más el trabajo de la adaptación, veo cortes y se asignan personajes a realizar cosas diferentes, todo a mi parecer, para hacer más digerible la serie, aun así, siento que falta ahondar todavía más en la complicidad y complejidad de la amistad, así como en los fuertes sentimientos de Lenú hacia Lila. Por ejemplo, sí es la boda de Lila, el climax tanto del libro como de la primera temporada y en ambas, es muy corto el tiempo que transcurre para que Lila se comprometa con Stefano (el hijo de don Achille), aun así, el libro nos hace ver que, aunque Lila concibió sola la idea de este matrimonio, para poder zafarse de la obligación de casarse con su enemigo acérrimo Marcello Solara y a su vez hacer feliz a su familia, necesitaba a Lenú para conspirar juntas y hacer de la idea, una realidad.
Finalmente, es cuando Lenú acompaña a Lila, junto con la suegra y cuñada de ésta última, a escoger su vestido de novia, la escena que, para mí, mejor representa su relación y siento que en la serie no le dan el peso suficiente; en el libro, por el contrario, con la voz interna de Lenú, esa conversación sobre quién es la vista como la “mala” de entre las dos, es la que nos deja saber que sólo ellas y nada más que ellas, se entienden la una a la otra.
Podría hablar días enteros sobre esta obra pero lo dejo hasta aquí y pendiente por entregar la segunda parte, de los cuatro libros que contienen esta entrañable saga.
Que brava Ari! ✍️👏👏